jueves, 4 de junio de 2009

El tiempo del error es un segundo. Después, puedes dedicar media vida a repararlo. Pero, ¿de verdad merece la pena que todo penda de un hilo? Quizá el quid de la cuestión está en que no merece la pena dedicar la vida a subsanar un error que nadie quiere corregir, porque pierdes el tiempo. Y si todo pende de un hilo, que sea la vida la que se balancea en el extremo. Así nunca podremos decir que no vivimos intensamente.Porque lo que merece la pena en esta vida es vivirla, no llorarla. Y, aunque a veces un error puede tener un coste muy alto, no puedes subordinar tu vida a él. El tiempo pone todo en su sitio, por algo se dice que es él quien baraja las cartas y nosotros quienes jugamos.

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