Tenemos derecho a crecer y a equivocarnos. A que nos den un abrazo si regresamos destruidos y que nos llenen de besos si acertamos al camino, porque nuestra obligación primera es con nosotros mismos.
La vida no es sencilla ni previsible y nos obliga muchas veces a tomar nuestras propias decisiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario